Cómo manejar una situación traumática durante un viaje
Nadie está exento de vivir una situación traumática durante un viaje. Lo primero que se debe aclarar es que lo traumático no solo depende de la gravedad de los acontecimientos, sino de la forma en la que son percibidos por cada persona.
Lo anterior quiere decir que algo que es simplemente difícil para un viajero, puede convertirse en una situación traumática para otro. Si nunca te han robado durante un viaje, la experiencia de vivir un asalto podría llegar a conmocionarte. Es bueno hacer esa aclaración, para que nadie sienta que tiene derecho a juzgar a otros.
Así mismo, todo depende de las circunstancias. Perder tus documentos en el extranjero, por ejemplo, a veces solo implica un susto pasajero y unos cuantos trámites. Pero si estás en un país donde las autoridades son muy hostiles o hay graves trabas burocráticas o policiales, esto puede convertirse en una situación traumática.
Lo primero: tranquilizarte y tratar de ordenar ideas
Esto no es nada nuevo, pero nunca sobra repetirlo. Si estás ante una situación traumática, lo primero que debes hacer es tratar de calmarte. La angustia, el miedo o la ira son emociones que no nos dejan pensar bien. Y si no piensas bien, inicias una cadena de errores.
Lo mejor es tomarte un momento para estar a solas. Luego, trata de respirar profundamente durante cinco minutos. Seguramente habrá una cascada de pensamientos en tu cabeza, pero intenta enfocarte solo en dos puntos: quién puede ayudarte y cuál es el siguiente paso. Ese enfoque te ayudará a que te tranquilices.
¿Quién puede ayudarte en una situación traumática?
Este es el primer tema que se debe definir: ¿quién puede ayudarte? Si te es posible, tan pronto como puedas, avisa de tu situación a alguien de confianza. Bien sea que esté cerca o lejos, no importa.
Comunicarle a alguien lo sucedido no solo es una medida de seguridad, sino que también te permite contar con el criterio de una persona que tiene la cabeza más fría. Además, te conforta.
Si esto no es posible, busca a alguien que lleve uniforme. Obviamente, lo ideal es que se trate de una autoridad, pero si no encuentras, entra en contacto con alguien forme parte de una institución. Simplemente coméntale lo sucedido y pídele que te oriente. Que te diga a dónde puedes acudir para que te ayuden.
Infórmate bien sobre la ruta a seguir
Una situación traumática puede ser un asalto, algún tipo de abuso, una agresión en la calle o, simplemente, que por alguna razón te hayas perdido y sin saber qué hacer, quizás en medio de la nada. Seguro que hay muchas más, pero estas son las situaciones más habituales.
En todos los casos en los que no sabemos qué hacer, es muy importante que nos informemos . A veces, la información te la da la gente del lugar o las autoridades locales. Sin embargo, siempre es muy aconsejable que confirmes dicha información.
Puede ser molesto, pero pregunta a varias personas sobre el camino que debes seguir. Son muchos quienes tienen buena voluntad de ayudar, pero no siempre te dan información fiable. Así que es mejor que te cerciores. Si tienes acceso a Internet, mucho mejor.
Ante una situación traumática, busca un momento y un espacio para digerir lo sucedido
Una vez hayas puesto la denuncia, o hayas tomado las medidas iniciales del caso, es importante que busques un espacio para protegerte física y emocionalmente. Un lugar que sientas como seguro y familiar.
Normalmente, ese es el lugar donde te estás alojando o un alojamiento que consigas en ese momento. Cuenta lo que te ha sucedido, con pelos y señales, tan pronto tengas oportunidad. Luego, lo más conveniente es que te regales un tiempo y un espacio para terminar de poner en orden tus ideas y tus emociones.
Llora si tienes que llorar, o pégale a una almohada si tienes que hacerlo. Dependiendo de la gravedad de la situación traumática y de las circunstancias, tan pronto como sea posible busca la ayuda de un psicólogo o un terapeuta. Si quieres estar bien en el futuro, esto es decisivo.