Chiloé, una isla del sur de Chile para perderse

Todos los países tienen rincones mágicos. Uno de los que no se puede perder de Chile es Chiloé. Es un archipiélago repleto de historia cuyos paisajes, pueblos y peculiaridades culturales no te dejarán indiferente.
Chiloé, una isla del sur de Chile para perderse
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 29 octubre, 2019

Chiloé es un archipiélago situado en el sur de Chile compuesto por la Isla Grande de Chiloé y un gran número de islas e islotes menores. En la Isla Grande de Chiloé se concentra la mayoría de la población chilota, distribuida en distintas municipalidades a lo largo de las costas, especialmente la costa este.

Sus verdes paisajes, sus nublados cielos y sus pueblos de pescadores y agricultores, combinados con sus rasgos culturales diferenciados del resto del país, convierten a Chiloé en un lugar mágico para perderse. En este artículo queremos mostrarte algunas de las actividades que podrás hacer allí, ¿nos acompañas?

Chiloé y sus peculiaridades culturales

Parque Nacional de Chiloé
Parque Nacional de Chiloé

Chiloé es una región que durante el período colonial no estuvo muy integrada con el resto del territorio controlado por la Corona. A pesar de las pésimas condiciones en las que vivían los isleños por ese aislamiento, desde Madrid se hacía caso omiso a sus peticiones de abandonar los asentamientos de Chiloé. Esta negativa se debía a la importancia estratégica del archipiélago.

Este aislamiento generó un distanciamiento entre los intereses de los habitantes chilotes con los de Chile. Un ejemplo de ello lo encontramos en el momento de la emancipación colonial, pues Chiloé se mantuvo fiel a la monarquía y fue incorporada por la fuerza, a través de una invasión militar, al resto del territorio de la nueva república.

Las peculiaridades de la cultura chilota se deben a esta situación de aislamiento con el resto del territorio nacional. Estas especificidades se ven reflejadas en la música y la danza, como, por ejemplo, la cueca chilota o el vals chilote.

El castellano chilote es uno de los rasgos distintivos de la región. En él se mezclan muchas palabras tomadas del mapudungun –lengua de los indígenas mapuches– y se conservan muchos términos y arcaísmos del castellano que ya están prácticamente en desuso.

¿Qué podemos visitar en Chiloé?

La ciudad de Castro

Palafitos en Castro
Palafitos en Castro

Es la capital de Chiloé. Es la tercera ciudad más antigua de Chile con una existencia continuada. Se fundó en el año 1567 y en ella vas a poder admirar la colorida iglesia de San Francisco, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Una de las imágenes más conocidas de Castro es la de sus palafitos. Son casas coloridas, construidas sobre el mar sostenidas por postes de madera que dotan a la ciudad de un aire decadente y melancólico muy característico de las ciudades portuarias.

En Castro, existen varias zonas para ver los palafitos, dos de ellas son Palafitos Montt y Palafitos de Gamboa. Pero, además de poder admirar estas bellas construcciones, si lo deseas, tendrás la oportunidad de alojarte en una de ellas, pues muchas se han convertido en alojamientos turísticos.

Ruta por las iglesias de Chiloé

Iglesia de Quinchao en Chiloé
Iglesia de Quinchao

La evangelización de los pueblos indígenas americanos fue una de las estrategias que utilizó la corona castellana para lograr incorporar a los nativos a la sociedad colonial. Por ello, de forma muy temprana, a Chiloé llegaron religiosos para llevar a cabo esa misión. Los primeros fueron los mercedarios y franciscanos. Posteriormente, en el año 1608, llegaron los primeros jesuitas.

Con el afán de cumplir su misión, estos misioneros fueron levantando capillas a lo largo y ancho del archipiélago. La primera fue la de Castro, levantada en el año 1612. Para el año 1767 habían levantado 79 y hoy en día se pueden encontrar más de 150.

Muchas de estas iglesias edificadas en madera destacan por sus características artísticas y arquitectónicas. Es tal su originalidad, que se ha constituido una escuela chilota de arquitectura religiosa en madera.  La estructura tradicional de estos templos se inspira en las iglesias de Baviera, pues los sacerdotes que las iniciaron eran oriundos de allí.

Las edificaciones tienen una planta rectangular con techo a dos aguas y un pórtico con arcos falsos. En la fachada hay una torre hexagonal donde está la campana. El interior tiene tres naves separadas por arcos falsos.

Gracias a la Fundación Cultural de Amigos de las Iglesias de Chiloé, se han restaurado varias iglesias y 16 de ellas fueron declaradas monumento nacional y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Algunas de estas iglesias son las de San Carlos de Borromeo en Chonchi; Nuestra Señora de Gracia en Nercón; Nuestra Señora del Patrocinio de Tenaún; Sant Antonio de Colo en Colo; y la de Santa María de Loreto en Achao. Esta última se encuentra ubicada en una de las pequeñas islas del archipiélago.

La gastronomía chilota

En Chiloé, además de visitar magníficas iglesias y pueblos con encanto, podrás disfrutar de la sabrosa gastronomía chilota. Un lugar para ello son las Cocinerías de Dalcahue. Allí podrás saborear platos típicos como roscas, calzones rotos, empanadas de manzana y milcao frito. Eso sí, tal vez encuentres otros establecimientos menos turísticos donde sentir el sabor chilote.

Chiloé y el mar

Muelle del Alma en Chiloé
Muelle del Alma

El mar es otro de los protagonistas de Chiloé, por ello, tendrás la oportunidad de relajarte en una de sus múltiples playas. En las de la parte oriental tendrás una vista panorámica de la cordillera andina con sus enormes volcanes. En la parte occidental, en el Parque Nacional de Chiloé, no puedes dejar de visitar la playa Cole Cole, una playa salvaje de 15 kilómetros rodeada de dunas.

Y en mismo parque, muy cerca de la localidad de Cucao, podrás visitar el proyecto arquitectónico creado por el artista chileno Marcelo Andrés Orellana Rivera en el año 2005: el Muelle del Alma.