El encanto de Castrillo de los Polvazares en Astorga
Castrillo de los Polvazares forma parte de la comarca de la Maragatería. Una de las comarcas más emblemáticas de la provincia de León y cuya capital es Astorga. ¿Por qué visitar esta población? Pues porque es un núcleo extraordinariamente bien conservado que está declarado Conjunto Histórico-Artístico por su belleza y por su valor. Así que os invitamos a descubrirlo si viajáis a esta zona de la comunidad de Castilla y León.
Esta población en realidad forma parte del monumental municipio de Astorga, del que tan solo dista 5 kilómetros fácilmente salvables por carretera.
Se trata de una zona bastante elevada, de hecho, Castrillo de los Polvazares se encuentra a 850 metros de altura sobre el nivel del mar. Un dato que, unido al clima continental de la provincia de León, hace que aquí los inviernos puedan ser realmente duros y fríos. Por ello, es más recomendable la visita durante los meses primaverales y veraniegos.
Castrillo de los Polvazares, pueblo maragato
Antaño, este lugar ubicado en las inmediaciones del Camino de Santiago y también en la Ruta de la Plata, que une el sur y el norte de España, tenía en los arrieros maragatos a su mayoría de habitantes y su principal fuente de riqueza.
Estos maragatos se dedicaban a comerciar con salazones de pescado o vinos adquiridos en Galicia y con embutidos y cereal de Castilla. La llegada del ferrocarril a Astorga, sin embargo, marcó el principio de su decadencia.
Pero estos comerciantes que dejaron diversas manifestaciones culturales en Castrillo de los Polvazares y en toda la región, pero hay una que destaca especialmente. Sobre todo por su sabor, hablamos de su cocido maragato. Un guiso a base de sopa, repollo, garbanzos y distintas carnes.
El cocido maragato es un plato popular y exquisito que se ha convertido en un referente para la población, la cual completamente volcada en el turismo, tiene diversos restaurantes especializados en este más que contundente pero delicioso plato. Por cierto, se come al revés que otros cocidos, primero la carne y luego garbanzos, verdura y sopa.
Un paseo por Castrillo de los Polvazares
Para digerir mucho mejor ese festín gastronómico, recomendamos darse un buen paseo por las calles de Castrillo de los Polvazares. Lo cierto es que esta caminata os sentará muy bien y quemaréis calorías, pero además descubriréis un núcleo realmente atractivo donde casi todo se conserva como antaño. Aquí no ha llegado el asfalto y las calles siguen estando empedradas.
A lo largo de esas calles se va contemplando la arquitectura popular del lugar, en la que destacan las llamadas “casas arrieras”. Las viviendas de los maragatos, que también eran como su central de trabajo.
Por ello, toda la casa se articula a partir de un patio central que daba paso a la vivienda, las cuadras, las bodegas y los almacenes. ¿Cómo reconocerlas desde el exterior? Basta ver sus enormes puertas para saber que es una casa arriera, ya que por ahí debían pasar sus carros cargados de mercancías.
Una población del siglo XVI
Curiosamente, el original Castrillo de los Polvazares estaría en otra ubicación, mucho más cercana a un castillo al que se hace mención en su topónimo. Sin embargo, en el siglo XVI aquel núcleo original fue arrasado por una gran riada. Por ese motivo se reconstruyó aquí, y gran parte de lo que vemos en la actualidad data de aquellos tiempos.
Si bien es cierto que se fueron construyendo más viviendas con el paso del tiempo, ya que hay que tener en cuenta que los arrieros maragatos gozaron de una gran prosperidad, como hemos señalado, hasta el siglo XIX.
“Un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir.”
-Alberto Lleras Camargo-
Merece la pena visitar este pequeño pueblo. Castrillo de los Polvazares parece anclado en el tiempo, paseando por sus calles da la impresión de que de un momento a otro se va a escuchar el sonido de un carro llegando cargado de mercancías. Un precioso lugar que está considerado uno de los pueblos más bonitos de León y también de España.