Un paseo entre las calas y el castillo medieval de Begur
Begur es un pequeño pueblo de Girona con cuatro mil habitantes que durante el verano se revoluciona. Sus playas y su castillo medieval lo convierten en un destino turístico tan atractivo que el pueblo multiplica su población. ¿Quieres saber más sobre esta localidad y su castillo? ¡Te lo contamos!
Begur, un pueblo encantador
Begur es un destino turístico principalmente por su pasado histórico. Se encuentra a 45 minutos de Girona y a una hora y media de Barcelona. Su origen prehistórico e ibérico se demuestra a partir de diferentes restos encontrados. Pero el lugar más emblemático de la localidad es su precioso castillo.
Junto a él, aquí también se encuentran algunas de las playas más bonitas de la Costa Brava, como Sa Riera, Aiguafreda, Sa Tuna, Playa Fonda, Fornells y Aiguablava. Tanto por este motivo como por su historia, el pueblo se ha convertido en uno de los destinos más populares en Cataluña.
“Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”.
-Henry Miller-
El castillo medieval de Begur
Su historia
Se encuentra en lo alto del pueblo y tiene un mirador donde poder disfrutar de unas vistas estupendas. Begur está en un lugar estratégico, por lo que por él han pasado muchas civilizaciones. La primera de ellas, los iberos, en su paso por la zona este de la península.
Pero los orígenes del castillo en sí se remontan al siglo XI, cuando el señor feudal del pueblo, Arnust de Begur, mandó construirlo por su posición privilegiada y las vistas al mar. Durante la Edad Media fue cambiando de dueño hasta pasar a formar parte de la localidad.
Estado actual
Al tener prácticamente diez siglos de historia, del castillo no quedan más que sus fundamentos. Lo más destacado es una torre circular de unos cinco metros de altura. Sin embargo, parte de su destrucción es fruto de los conflictos históricos que ha tenido que soportar toda su historia.
Entre la Guerra Civil Catalana del siglo XV, la incursión francesa de 1694 y la Guerra de la Independencia de 1810, el castillo ha ido perdiendo partes hasta llegar a su estado actual. Sin embargo, durante el siglo XX se restauraron parte de las almenas. Junto a esto, se acondicionaron los accesos para que fuese apto para la visita.
Por qué visitar el castillo de Begur
No solo la historia que se esconde tras sus derruidos muros es lo que convierte al castillo en un lugar interesante. Desde lo más alto es posible admirar unas vistas maravillosas de Sa Riera y el golfo de Roses.
Además, en la cima hay un mapa de cerámica en el cual se pueden identificar más elementos del paisaje: las islas Medas, la bahía de Roses, los Pirineos, Palamós, etc. Y, si además del paisaje se puede contemplar la puesta de sol, la imagen será imborrable.
Qué más cosas puedes hacer en Begur
Una buena opción, después del castillo es recorrer este bonito municipio de calles estrechas y tranquilas. En el paseo por el centro podrás visitar también las torres de vigilancia que todavía se conservan y que están construidas en piedra. Se levantaron para hacer frente a la piratería entre los siglos XVI y XVII.
Destacan también sus casas señoriales, que construyeron en su mayoría durante el siglo XIX por lugareños que marcharon a América a hacer fortuna y regresaron a su tierra cuando la hubieron conseguido.
Disfrutar de las playas
Aunque el pueblo no sea exactamente un sitio costero, Begur es famoso por las calas que hay a su alrededor. El suyo es un litoral abrupto, de acantilados y pinares que esconden pequeños paraísos de aguas cristalinas.
Son ocho las playas y calas de este bonito pueblo. Una de las más conocidas es Sa Riera, por su cercanía al casco urbano. Pero también hay que nombrar Sa Tuna, Aiguablava o la playa del Racó.
Ya lo has visto, Begur es uno de esos municipios con una costa maravillosa pero con mucho más que ofrecer. Un buen destino para una escapada inolvidable. ¡No te lo pierdas!