Visitamos el palacio de Santa Cruz del Viso del Marqués
El palacio de Santa Cruz del Viso del Marqués es una joya del Renacimiento que podemos encontrar en la provincia de Ciudad Real. Su interior se puede considerar ejemplo de lo que debería haber sido el inacabado palacio de Carlos V en Granada. Hoy en día es visitable, pues alberga la sede del Archivo y Museo Naval Don Álvaro de Bazán.
Historia del palacio de Santa Cruz
Su construcción se debe a don Álvaro de Bazán, general invicto de la Marina española, muy vinculado a la monarquía. En 1569 Felipe II le nombra marqués de Santa Cruz y le concede una serie de tierras en la actual provincia de Ciudad Real. Y, en lo que hoy es un pueblo de menos de 2400 habitantes, el marqués levantó su palacio.
Sorprende que un marinero que pasaba prácticamente toda su vida navegando eligiera este lugar tan alejado del mar. Sin embargo, El Viso se halla a medio camino de los puertos de Santa María en Cádiz y de Cartagena en Murcia. Es decir, se trataba de un punto estratégico.
“El marqués de Santa Cruz, hizo un palacio en el Viso porque pudo y porque quiso”.
-Dicho popular-
Arquitectura del palacio de Santa Cruz
En 1562 comenzaron los trabajos de este espectacular palacio renacentista de gusto italiano, propio del cinquecento. El arquitecto elegido para ello fue Giovanni Battista Castelló el Bergamasco, discípulo de Miguel Ángel.
Se configura a partir de un patio central cuadrado con doble galería arcada. Alrededor de él encontramos numerosas habitaciones distribuidas en dos plantas principales y con entreplanta cada una de ellas para el servicio.
En el exterior, su arquitectura es más sobria y maciza y utiliza piedra de la zona. Faltan las 4 torres que debió tener en las esquinas, que desaparecieron tras el terremoto de Lisboa de 1755 y que se dejó sentir en toda la península.
También sorprenden las ventanas gemelas de la fachada, de las que solo se llegó a abrir una por cada par. Seguramente se debió al frío de la zona, que nada tenía que ver con la suavidad del clima de Génova.
La fachada es austera, apenas un cuerpo central enmarcado con robustas columnas, entre las que se abre un balcón sobre el que se encuentra el escudo del marqués.
Las pinturas al fresco del palacio
El palacio de Santa Cruz cuenta con 8000 m² de pinturas al fresco realizadas por artistas españoles e italianos. Estas inundan la vista desde la entrada, pues nada más cruzar su puerta principal se accede a un elegante vestíbulo con una bóveda profusamente decorada cuya escena principal está dedicada al dios Neptuno.
Desde el zaguán se accede al patio de doble galería. En ese patio se puede disfrutar de escenas campestres, mitológicas y de los lugares en los que don Álvaro pasó toda su vida: España, Italia, Francia y Turquía y algunos de los principales puertos y ciudades de la época.
Las estancias del palacio
En las habitaciones de la planta baja destaca el gran salón de la zona oeste en el que se muestra la conquista de Portugal por mar. Y junto a ella, la Sala de los Cuatro Elementos: agua, tierra, fuego y aire.
Asimismo, en una de las esquinas nos encontramos con una preciosa estancia, la Sala de Ulises, en la que se hallan representados varios pasajes de la Odisea. En las escaleras podremos contemplar escenas de los trabajos de Hércules y de los siete pecados capitales.
Ya en la galería, superior se pueden contemplar escenas que representan Flandes, Castilla, Las Indias y Alemania. En esta planta encontramos las habitaciones privadas de don Álvaro de Bazán y su descendencia, todos ellos representados en frescos.
Además, hay que destacar Salón del Linaje, en el que aparecen los ascendientes más ilustres del marqués, la Sala de las Cuatro Estaciones y el Salón de Honor, entre otras estancias.
La visita al palacio de Santa Cruz en el Viso del Marqués
Hoy en día el palacio es visitable casi en su totalidad, pues aún mantiene habitaciones privadas de los actuales marqueses de Santa Cruz. La visita tiene una duración aproximada de 45 minutos.
El recorrido se realiza acompañados por un guía especializado que recibe a los visitantes en el palacio. El precio de la entrada lo elige el visitante, pues se trata de una donación.