Visita el mágico castillo de Cesky Krumlov
Cesky Krumlov es un destino obligado para todo aquel que haga un viaje a la República Checa y desee conocer algo más que Praga, su maravillosa capital. Encontrará aquí una especie de pueblo, más bien ciudad, de cuento de hadas. Y como en todo buen cuento, no puede faltar una fortaleza, pero el castillo de Cesky Krumlov es, sencillamente, espectacular.
¿Cómo llegar a Cesky Krumlov?
La población forma parte de la región de Bohemia del Sur y se ubica aproximadamente a unos 180 kilómetros de Praga. Una distancia fácilmente salvable con la estupenda red ferroviaria de Chequia.
También se puede realizar alguna de las excursiones organizadas que salen desde la capital. Si bien estas se hacen en el día y pueden resultar muy cansadas con la ida y la vuelta. Además, Cesky Krumlov tiene mucho que ver.
El grandioso castillo de Cesky Krumlov
De todos los atractivos de la población, sin duda alguna, lo más destacado es su castillo. Es el segundo más grande del país, tan solo superado por el castillo de Praga, del cual ya os hemos hablado en alguna otra ocasión y que realmente es una ciudad en sí mismo.
En cambio, el castillo de Cesky Krumlov es una auténtica fortaleza a la que con el paso del tiempo se le fueron haciendo añadidos. Así se convirtió en una maravillosa edificación palaciega que recorre gran parte de la historia del arte checo, desde la Edad Media hasta los tiempos del Barroco.
Algo de historia sobre el castillo de Cesky Krumlov
Los comienzos de esta fortaleza hay que buscarlos a mediados del siglo XIII, cuando esta región de Bohemia la gobernaba la rica familia Rosenberg. Ellos fueron los primeros que ocuparon esta residencia.
Pero luego serían sustituidos por otra estirpe todavía más poderosa: los Schawarzenberg. Ellos son los responsables de diversas transformaciones en el castillo hasta el siglo XVIII. Muchas de ellas, como veremos a continuación, convierten al castillo de Cesky Krumlov en un monumento único.
Por cierto, los Schawarzenberg abandonaron este lugar para establecerse en la capital austriaca, Viena, donde hay también un palacio con su nombre.
Entrar al castillo
El monumento abre todos los días, salvo los lunes. Si bien durante la temporada baja no están abiertas todas sus estancias y se reducen los recorridos guiados internos. No obstante, la visita al exterior siempre se puede hacer de modo libre.
Para llegar, lo mejor es tomar la calle más vieja de todo el núcleo de Cesky Krumlov. Es la calle Latrán. De por sí es un paseo espectacular entre diversos edificios históricos, para por fin llegar a la entrada del castillo. En ella, por cierto veremos un nivel superior, un arco cubierto, por el que caminaban los nobles, lejos del pueblo llano.
Subir a la torre
Una vez dentro, es obligado llegar al patio ante el que se eleva la parte más emblemática del palacio. Su torre cilíndrica. Aunque en sus orígenes fue un elemento defensivo, hoy la vemos profusamente decorada, y sin duda le echarás numerosas fotos. Y todavía harás más si subes a su parte alta.
Allí se disfruta de una panorámica total de Cesky Krumlov. Se divisa desde lo alto todo su casco urbano, con los rincones más espectaculares, como es la plaza del Ayuntamiento. Y también se ve el intrincado paso del río Moldava, que nace en unas montañas muy cerca de la ciudad.
El interior del castillo
Habitualmente se ofrecen dos itinerarios guiados por el interior del castillo. Un recorrido nos llevará por las habitaciones renacentistas que fueron la primera zona del palacio, aunque con una decoración anterior a la que vemos hoy en día. Y ese recorrido también nos lleva a la espectacular Sala de las Máscaras y a conocer la Carroza de Oro.
Mientras, el otro recorrido transita por los pasillos del puente y por la pinacoteca. También por las estancias más barrocas y rococó que hicieron construir y decorar los miembros de la familia Schawarzenberg.
El Teatro Barroco
No obstante, dentro del castillo de Cesky Krumlov, una de las visitas más esperadas es la que se hace a su Teatro Barroco. Uno de los pocos ejemplos de su época que se conservan y donde se han guardado hasta los viejos decorados y, sobre todo, el sistema de tramoya para cambiarlos. Realmente muy atractivo.
Más cosas que ver en el castillo de Cesky Krumlov
Todavía no acaba aquí la visita. Aún nos faltaría disfrutar del Lapidario Palaciego, con su atractivo repertorio de esculturas barrocas.
También hay que ver los jardines del siglo XVII, que plasman a la perfección el buen gusto en un entorno repleto de fuentes, parterres, un lago y pabellones. Además, no te puedes perder el Foso de los Osos, donde verás estos grandes plantígrados.
En fin, que como decíamos esta población y su castillo son una visita estupenda para tu viaje por República Checa. No dejes de hacerles un hueco en tu itinerario de viaje.