Praga, una ciudad de la que enamorarse a primera vista
Praga es considerada una de las ciudades más hermosas del mundo. La capital de la República Checa, construida a orillas del río Moldava, es una ciudad de la que enamorarse a primera vista.
Conocida como la Ciudad de las Cien Torres y también como la Ciudad Dorada, Praga es una de las veinte ciudades más visitadas del mundo. La belleza de su patrimonio histórico, declarado como Patrimonio de la Humanidad en 1992 por la Unesco es su principal reclamo turístico.
Sin embargo, Praga es mucho más que una ciudad heredera de hermosos monumentos del pasado. Praga es también una ciudad cosmopolita, en la que lo antiguo y lo moderno, lo romántico y lo apresurado conviven, cada uno en su espacio.
Stare Mesto, la Ciudad Vieja de Praga
El casco antiguo o Ciudad Vieja de Praga es la zona más popular y pintoresca de Praga. Se llama así por se el asentamiento original de la ciudad, fundada en la última parte del siglo IX. En la Ciudad Vieja destacan la Plaza de la Ciudad Vieja y el Reloj Astronómico.
La plaza de la Ciudad Vieja es el centro de la vida pública de la ciudad desde la Edad Media. En ella se alza el edificio del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, uno de los edificios históricamente más valiosos de la ciudad.
El Reloj Astronómico de Praga es el reloj medieval más conocido del mundo. Se encuentra en la Torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja. Este reloj fue construido en el año 1490, aunque el mecanismo del cuadrante astronómico, la parte más antigua del reloj, data de 1410.
Otro monumento que fundamental de la Ciudad Vieja de Praga es la Torre de la Pólvora, un edificio hoy ennegrecido construido en 1475 como una de las 13 puertas de la muralla fortificada de la ciudad. Esta torre fue destruida por un incendio en 1541, aunque fue reconstruida poco después. En el siglo XVII, esta torre comenzó a utilizarse para almacenar pólvora, de donde viene su nombre actual.
Uno de los más destacados edificios de toda la ciudad de Praga es la Casa Municipal, situada en los que fue el antiguo emplazamiento de la Corte Real, junto a la Torre de la Pólvora. La Casa Municipal es el edificio Art Nouveau más destacado de Praga.
En la visita a la Ciudad Vieja de Praga el visitante no puede dejar de pasar por el Clementinum, cuya fundación data del siglo IX y que posteriormente fue la antigua sede del colegio jesuita y de la universidad. El Clementinum es el segundo complejo arquitectónico más grande de Praga. Sede de la Biblioteca Nacional, en su interior se pueden visitar Capilla de los Espejos, la Biblioteca Barroca y la Torre Astronómica.
Malá Strana, la Ciudad Pequeña
Al otro lado del río Moldava se halla la Ciudad Pequeña (Malá Strana, en checo). El Puente de Carlos, el monumento más famoso de Praga, comunica ambas partes de la ciudad. El Puente de Carlos comenzó a construirse 1357 bajo el reinado rey Carlos IV, aunque no concluyó su construcción hasta principios del siglo XV. Con 500 metros de largo y 10 de ancho, custodiado por 30 estatuas, 15 en cada lado a lo largo de todo el recorrido, el Puente de Carlos es segundo puente más antiguo de la República Checa.
La Ciudad Pequeña, fundada en 1257, es uno de los distritos más antiguos y de mayor importancia histórica en Praga.
Cabe destacar en la Ciudad Pequeña la Iglesia de San Nicolás, máximo exponente del estilo barroco de la ciudad. Otro de sus atractivos más destacados es la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en cuyo interior se encuentra la famosa estatua del Niño Jesús de Praga.
Hradcany, el Distrito del Castillo
Hradcany o Distrito del Castillo es el barrio de Praga que comprende el famoso Castillo de Praga y los alrededores.
El Castillo de Praga es un conjunto arquitectónico compuesto por varios palacios y edificios comunicados por pequeñas calles, que incluye el Convento de San Jorge, la Torre de la Pólvora y el Callejón del Oro, entre otros elementos relevantes. Destaca, entre otras cosas, por ser la mayor fortaleza medieval del mundo.
En el Distrito del Castillo también se encuentra la Catedral de San Vito, que es el edificio religioso más importante de Praga. Su construcción comenzó en 1344 pero no se terminó finalmente hasta los siglos XIX y XX, abriendo finalmente sus puertas al público a finales de 1929.
El Callejón del Oro es otro lugar al que todo visitante debe acudir. Se trata de una estrecha y corta calle en la habitaron los orfebres que vivieron en la ciudad durante el siglo XVII.
Lugar de culto para peregrinos es El Loreto, uno de lo de los lugares de peregrinación más importantes de la República Checa, cuyos orígenes se remontan a 1626. El lugar más importante de El Loreto es la réplica de La Casa de la Virgen María, situada en la parte central del claustro.
Por último, cabe destacar en esta zona el Monasterio de Strahov, fundado en 1143 que cuenta con una hermosa biblioteca y una pinacoteca de gran relevancia.
Nove Mesto, La Ciudad Nueva
En el siglo XIV, Carlos IV extendió la Ciudad Vieja, fundando la Ciudad Nueva.
En esta parte de Praga cabe destacar Plaza de Wenceslao, en el centro de la ciudad. Esta plaza fue fundada en 1348. La Plaza de Wenceslao mide 750 metros de larga y 60 de ancho. Su edificio más famoso es el Museo Nacional de Praga, cuyo edificio se terminó de construir en 1890.
Josefov, el Barrio Judío
El Barrio Judío se originó en la Edad Media, y se integró en Praga en 1850. A finales del siglo XIX fue totalmente reformado, aunque se conservaron las seis sinagogas, el cementerio y el ayuntamiento.
Construidas en diferentes momentos entre el siglo XV y el siglo XIX, las sinagogas del Barrio Judío de Praga constituyen interesantes centros de interés cultural, religioso e histórico.
El Antiguo Cementerio Judío de Praga, otro lugar que merece visitar, es un lugar sobrecogedor, por el que parece que no ha pasado el tiempo. Fue creado en 1439 y durante 300 años fue el único lugar donde podían ser enterrados los judíos en la ciudad. Esto provocó que se produjeran curiosas forma de enterramiento, apilando unas tumbas sobre otras.
“Es suficiente que a uno le guste escuchar para que las iglesias y los palacios de Praga cuenten las historias que saben; hablan por sí solos.”
-Rainer María Rilke-