Visitamos los mejores lugares de Tarazona
Tarazona es un bonito pueblo de la provincia de Zaragoza que sirvió históricamente de frontera entre los reinos de Castilla, Aragón y Navarra y que ofrece mil y un entretenimientos diferentes a todos los que se acercan a visitarlo. Un pueblo con un interesante patrimonio arquitectónico. A continuación, realizaremos un recorrido por los sitios más emblemáticos de esta joya turística en medio de Aragón.
1. Catedral de Nuestra Señora de la Huerta
Más de 30 años de trabajos de restauración han hecho falta para que la catedral de Nuestra Señora de la Huerta de Tarazona luzca en todo su esplendor. La catedral fue declarada Bien de Interés Cultural en 2002. Podemos encontrar elementos del gótico francés más puro mezclados con el estilo mudéjar y con detalles de la época renacentista europea.
La primera catedral comenzó a erigirse tras la expulsión de los musulmanes de la zona, en el 1119. La ubicación de la misma siempre resultó curiosa, hasta que los trabajos arqueológicos descubrieron una antigua necrópolis romana. En 1235 se creó el proyecto de una nueva catedral, pasándose a llamar esta catedral de Nuestra Señora de la Huerta.
Sin duda, esta es la parada más imprescindible dentro de la ciudad de Tarazona. Todas las palabras que se puedan escribir para la describirla son pocas, por lo que lo mejor es visitarla y maravillarse con ella.
2. Iglesia y claustro de San Francisco
San Francisco, según la tradición, fundó este convento alrededor del año 1214, aunque del original apenas quedan los muros exteriores y algunas capillas. De estas últimas podemos destacar especialmente la del Santo Cristo de la Venerable Orden Tercera, construida en el siglo XVIII y con un marcado estilo barroco.
Sobre el claustro podemos decir que se construyó en el siglo XV, y el sobreclaustro entre los siglos XVI y XVII. En la actualidad, está rehabilitado y sirve como sede de la Escuela Oficial de Idiomas en Tarazona.
3. Barrio de la Judería y las casas colgadas
En la calle de las Juderías nos encontramos uno de los símbolos de la ciudad: las casas colgadas. Nos encontramos en el barrio judío de Tarazona, resquicio de una de las tres culturas que habitaron en la ciudad.
Durante todo nuestro recorrido por el barrio nos encontraremos en el suelo, justo en la entrada de las casas, placas con la península ibérica dibujada e inscripciones en hebreo. Esto significaba que uno se encontraba dentro del barrio judío y no en otro. Es muy recomendable dar un paseo, sin prisa, por las callejuelas que dan forma a esta zona del casco urbano.
Las casas colgadas son un conjunto de viviendas anexionadas a la muralla medieval de Tarazona. En ellas vivían las familias nobles de Tarazona. Las casas son visibles desde varios puntos de la ciudad, como desde los ventanales del palacio episcopal o desde la plaza de los Arcedianos.
4. Palacio-Jardín de Eguarás
Este increíble palacio se construyó entre 1557 y 1565 por Antonio Eguarás. Este era un rico mercader y viajero, que conocía a la perfección las principales ciudades de Europa. De ahí la influencia patente en el edificio. Tiene un marcado estilo renacentista y ha sido ampliado y reformado en numerosas ocasiones.
El palacio se distribuye alrededor de un precioso patio. En su interior están recogidas pinturas murales, que representan alegorías morales y artes liberales, pertenecientes a la decoración original, del siglo XVI.
5. Otros lugares de interés de Tarazona
El patrimonio monumental de Tarazona es muy amplio. Destaca el ayuntamiento, edificado en el siglo XVI como lonja. Tiene una preciosa fachada renacentista.
Otro lugar interesante es la antigua plaza de toros, rodeada de viviendas cuyos balcones se alquilaban en época de festejos. El Teatro de Bellas Artes, la muralla o la iglesia de San Atilano merecen también una visita.
“Tarazona es una ciudad pequeña y antigua; más lejos del movimiento que Tudela, no se nota en ella el mismo adelanto, pero tiene un carácter más original y artístico.”
-Gustavo Adolfo Bécquer-
Tarazona es una bonita ciudad y si la visitas a finales de agosto puedes disfrutar de su gran fiesta, la del Cipotegato. Consiste en que un joven del pueblo se disfraza de Cipotegato (mítico personaje vestido de arlequín) y si sale victorioso de los tomates que lanzan los vecinos, será subido a la escultura en su honor de la plaza de Tarazona.