Los 4 robos más famosos de la historia del arte
Con los sofisticados medios de seguridad con los que cuentan los museos hoy en día, parece inconcebible pensar que sea posible cometer robos. Sin embargo, no siempre ha sido así y a lo largo de la historia se han sustraído algunas de las piezas mas famosas y valoradas del mundo del arte.
Grandes obras de arte robadas
En algunos casos estos delitos tuvieron un final feliz, pero en otras ocasiones se han llegado a perder obras esenciales que no se han recuperado. ¿Quieres descubrir cuáles son los robos más populares de la historia?
1. Uno de los robos más icónicos: La Gioconda
El retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo, La Gioconda o La Mona Lisa, lo pintaría el irrepetible Leonardo da Vinci entre 1503 y 1519. Los motivos de su celebridad son muy diversos: la enigmática sonrisa, las leyendas que rodean a la obra o el mejor ejemplo del sfumato de Leonardo.
La pieza mas visitada del Louvre fue robada en el año 1911. El 21 de agosto de ese año, un carpintero italiano llamado Vincenzo Peruggia, anteriormente empleado del Louvre, entró a primera hora de la mañana vestido como el personal de la galería.
En cuestión de un momento, descolgó el lienzo, lo separó de su marco, lo escondió bajo su ropa y salió a la calle. Sería el pintor Louis Béroud quien entró poco después en la sala para admirar La Gioconda y vio que había desaparecido. De inmediato, se dio el aviso a las autoridades.
El Museo del Louvre se cerró durante una semana. A pesar de todo, mientras la obra estuvo desaparecida las visitas al Louvre aumentaron, ya que eran muchos los que querían observar el hueco vacío.
No fue hasta dos años y 111 días después que se recuperó esta pieza maestra. Peruggia había intentado vender el cuadro al director de los Uffizi, quien alertó a la policía. Parece ser que Peruggia fue persuadido para cometer el robo por un comerciante argentino, pero nunca se ha podido probar esta hipótesis.
Hoy en día, La Mona Lisa solo se puede ver protegida por un cristal antibalas, en un espacio especialmente climatizado para ella y con fuertes medidas de seguridad.
2. La pieza con más robos de la historia: la Adoración del Cordero Místico
Esta obra también se conoce como el Políptico de Gante y es una de las mas célebres creaciones de los hermanos Hubert y Jan van Eyck. La realizaron para la iglesia de San Juan de Gante, actual catedral de San Bavón, en 1432. Se trata de una gran composición formada por 12 tablas al óleo de dimensiones colosales y una de las joyas del arte flamenco.
Por eso mismo, es una creación altamente codiciada y ha sufrido agresiones y numerosos robos. Los paneles se han desunido y vuelto a unir en diversas ocasiones. En una de estas primeras veces, algunas tablas se vendieron como botín de guerra por las tropas napoleónicas y las centrales se enviaron al Louvre.
Una vez devueltos a la catedral, en 1934, otra de las piezas inferiores desaparece y se pide un rescate anónimo para recuperarla. Esta tabla, la de Los jueces justos, se cree que fue robada por Arsène Goedertier, que afirmó en su lecho de muerte conocer su paradero para, finalmente, no revelarlo. Sigue perdida, la que se contempla hoy en el políptico es una copia.
Durante la Segunda Guerra Mundial la obra soportó el expolio nazi y los delirios de Hitler. Este pensaba que entre las tablas había un mapa oculto para encontrar los instrumentos de la Pasión de Cristo. Las tablas acabaron en unas minas de sal en Altaussee, Austria, junto a otras 7000 piezas de arte.
El Programa de Monumentos, Arte y Archivos de los Aliados, los conocidos Monuments Men, las rescataron. Hoy, el Políptico de Gante se conserva en su lugar de origen, la catedral de San Bavón, con 11 de sus 12 paneles originales.
3. El caso Gardner, el atraco de arte mas caro
En 1990 tuvo lugar el mayor robo artístico de la historia, en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston. Esta galería cuenta con más de 2500 piezas que forman una excelente colección de arte europeo, asiático y americano. Desgraciadamente, también es célebre por el hurto que sufrió: un total de 13 obras, valoradas en 500 millones de dólares.
En la madrugada del 18 de marzo de 1990, dos personas vestidas como oficiales de policía de Boston se presentaron en la puerta del museo. Una vez que convencieron a los guardias de seguridad para dejarles entrar, los redujeron y los esposaron.
Después, recorrieron cada una de las salas y seleccionaron lo que querían llevarse: tres Rembrandt, un Manet, cinco dibujos de Degas, un paisaje de Govert Flinck, un objeto de época napoleónica y un jarrón chino.
Una de las mayores pérdidas que supuso este atraco fue la del cuadro El concierto, del pintor neerlandés Vermeer, del que tan solo se conocen unas 35 creaciones.
Los ladrones salieron por separado del edificio tras estar dentro 80 minutos. El delito no se descubrió hasta esa mañana, cuando llegó el siguiente turno de seguridad. Unos días más tarde el museo comenzó a ofrecer cuantiosas recompensas por cualquier tipo de información.
La detallada elección de las obras que se llevaron, y no otras más valiosas, hace pensar que fue un encargo muy específico. Hoy en día, este robo sigue planteando incontables interrogantes al FBI, continúa sin resolverse y las piezas siguen perdidas.
4. El grito de Munch, de los robos más veloces
La versión más afamada de esta reconocida pintura del artista noruego Edvard Munch se encuentra en la Galería Nacional de Noruega, en Oslo. La realizó en torno a 1910 y es uno de los mejores ejemplos de este pintor expresionista. Otras dos versiones se encuentran en el Museo Munch de Oslo y la cuarta pertenece a una colección particular.
La angustia y desesperación que muestra el personaje del cuadro bien podría ser la misma que experimentó el museo cuando se produjo el primer robo. El 12 de febrero de 1994, El grito de la Galería Nacional de Noruega fue sustraído a plena luz del día por un grupo de atracadores.
Esta banda, encabezada por el famoso ladrón Pål Enger, tardó menos de un minuto en robar el cuadro. Incluso dejaron una nota que rezaba “Gracias por la falta de seguridad”. Afortunadamente, el 7 de mayo de ese mismo año se recuperó el valioso lienzo.
Sin embargo, el 22 de agosto de 2004, tres enmascarados entraron en el Museo Munch y se llevaron otra de las versiones de El grito y la Madonna, del mismo autor. El robo tuvo lugar a punta de pistola, con el edificio lleno de visitantes y los guardias reducidos. Ambos cuadros se recuperaron el 31 de agosto de 2006, aunque muy deteriorados por la humedad.
Otros famosos robos
Han sido muchos los robos que se han sucedido en el mundo del arte. En 1991 se sustrajeron 20 obras del Museo Van Gogh de Ámsterdam, aunque se recuperaron varias horas después. Unos años mas tarde, en 2002, un nuevo asalto a este museo acabó con la pérdida de dos cuadros del pintor neerlandés que aún siguen desaparecidos.
En otra ocasión, el 20 de mayo de 2010 tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno de París uno de los robos mas sustanciosos que se conocen. Desaparecieron cinco obras de artistas como Matisse, Picasso o Modigliani que continúan sin recuperarse.
Y no hay que olvidar el sonado caso del Códice Calixtino, guardado en una cámara blindada del Archivo de la catedral de Santiago de Compostela. Desapareció el 5 de julio de 2011 y constituyó todo un caso de película, con infinidad de interrogantes. Atrapado el sospechoso principal, Manuel Fernández, este confesó y la preciada pieza se recuperó un año después.
Este y muchos otros robos se han ido sucediendo a lo largo de los años, llevándose ansiadas y valiosas obras de arte que en algunos casos se han perdido, puede que para siempre.
- Villaverde, E. T. (2016). El Códice Calixtino de la catedral de Santiago de Compostela. Roczniki Teologiczne. https://doi.org/10.18290/rt.2015.62.8-13
- Así fue el increíble robo que hizo mundialmente famosa a la Mona Lisa. (15 de abril, 2019). ABC. Recuperado de: Así fue el increíble robo que hizo mundialmente famosa a la Mona Lisa