La catedral de Tarazona, remodelada y con mejores vistas
La catedral de Tarazona, en Zaragoza, es conocida como la Capilla Sixtina del Renacimiento español. Está declarada Bien de Interés Cultural, por lo que no puede dejar de visitarse en cualquier viaje a la ciudad. Además, desde su reciente remodelación, finalizada en 2011, ofrece muchas más posibilidades a los turistas.
Origen y características de la catedral de Tarazona
Para conocer el origen de la catedral de Tarazona debemos remontarnos a mediados del siglo XII. Fue entonces cuando se inició su construcción con planta gótica clásica. Sin embargo, su decoración es de estilo mudéjar.
Llamada realmente catedral de Nuestra Señora de la Huerta, fue en el año 1232 para cuando el obispo García Frontín II la consagró. En esa misma época el templo fue ampliado siguiendo su uniformidad estilística con tres naves.
Desde fuera, la catedral de Tarazona se identifica por su gran torre mudéjar y por su cimborrio, del mismo estilo arquitectónico. Mientras tanto, el pórtico principal es de estilo barroco, y la nave principal, como acabamos de ver, es de estilo gótico.
Las diferencias estilísticas se deben a la reconstrucción que se llevó a cabo después de que el edificio sufriera grandes daños durante la Guerra de los Pedros en el siglo XIV.
Respecto a su interior, destacan las pinturas mitológicas desnudas, únicas en una catedral de Europa y que se pueden ver la cabecera y en el cimborrio. Salieron a la luz tras los últimos trabajos de restauración.
Además de ello, hay que mencionar el retablo gótico en la zona de giro, que data del año 1408. También la capilla barroca de San Andrés; el imponente púlpito del siglo XVI, situado en la nave central; o la Capilla Mayor, que muestra un gran retablo escultórico de 1619.
Gran remodelación de la catedral de Tarazona
La catedral de Tarazona sufrió una gran remodelación entre 1985 y 2011, debido a su mal estado de conservación. Razón, además, por la que tuvo que cerrar sus puertas al público en 1992.
La Fundación Tarazona Monumental trabajó en mejorar la accesibilidad física y sensorial de la construcción. Para ello se incorporó equipamiento y adecuaron las instalaciones y el recorrido.
Más recientemente, en junio de 2018, la catedral de Tarazona amplió su oferta turística. Desde entonces se permite a los visitantes subir a lo más alto del templo, al cimborrio. Gracias a ello pueden disfrutar de unas espectaculares vistas del edificio y de la ciudad de Tarazona.
Horario y precio para visitar la catedral de Tarazona
Si estás pensando en visitar la catedral, debes saber que abre de once de la mañana a dos de la tarde y de cuatro a nueve de martes a sábados durante la temporada alta (de marzo a octubre).
La hora de cierre se adelanta a las seis de la tarde los domingos y en temporada baja (excepto los sábados). En la misma los días de visita pasan a ser de miércoles a viernes, mientras que los lunes y martes permanece cerrada.
Asimismo, hay determinados días en los que el horario de la catedral de Tarazona cambia. Se trata del 3, el 8, el 24 y el 31 de diciembre, puedes consultar la disponibilidad en la página web del templo. Mientras, el 25 de diciembre, el 1 y el 6 de enero no abre en toda la jornada.
Precio
La entrada general al templo y al claustro tiene un coste de cuatro euros. Tres euros pagan los niños de doce a dieciocho años, estudiantes, profesores, mayores de sesenta y cinco años, las familias numerosas, los minusválidos y desempleados. Solo los menores de doce años pueden acceder de manera totalmente gratuita.
También existe la posibilidad de adquirir el ticket “KIBORION. Una visita por todo lo alto”. Cuesta tres euros e incluye una visita guiada de cuarenta minutos de duración. En el recorrido se conocerá más sobre la construcción del templo y su restauración.
Incluye el acceso a la terraza de la girola, a las bóvedas y galerías, al tercer cuerpo del cimborrio y a su terraza. No incluye la entrada al templo y al claustro de la catedral. Se debe reservar previamente y el acceso está restringido en el caso de personas con dificultades de movilidad o problemas cardíacos o de vértigo.