6 consejos para parejas que viajan juntas por primera vez
El primer viaje de una pareja es uno de los eventos más emocionantes e inolvidables de la relación. Por ello te invitamos a tener en cuenta algunos prácticos y sencillos consejos que harán de esa primera aventura la más increíble de vuestras vidas.
El primer viaje de una pareja tiene la capacidad de estrechar aún más los lazos que los unen o, por el contrario, debilitarlos. Aunque evidentemente cuando se hace un viaje por placer todos los involucrados están muy contentos, siempre es bueno tener en cuenta algunos consejos para que todo salga de acuerdo a lo planeado.
1. Un destino en común
Desde el instante en que se decide hacer un viaje en conjunto se pone a prueba la capacidad de comunicación y tolerancia de ambos miembros de la pareja.
Es primordial escoger un destino que guste a los dos. En este sentido, es muy útil que cada uno escriba en una hoja cuáles son las ciudades o países que sueña con conocer. Si hay alguna coincidencia entonces está decidido, si no es así, lo que toca es negociar y ceder.
Una de las herramientas para seleccionar un destino u otro es el presupuesto. Investigad de forma conjunta los precios de los pasajes, alquileres, hospedajes, excursiones y demás. Con esta información será mucho más fácil tomar una decisión.
2. Compartir los gastos
Viajar es mucho más asequible cuando se hace en pareja, simplemente por el hecho de poder compartir la mayoría de los gastos.
Una vez más la comunicación entra en juego, ya que ambos deben definir cuál es el presupuesto total que tienen destinado para el viaje. Sabiendo con cuánto dinero se cuenta es más fácil dedicarse a buscar hoteles y todos los demás servicios que se adapten a vuestras necesidades.
3. Un punto medio en el hospedaje
Es muy importante definir cuáles son las expectativas que cada uno tiene con respecto al hospedaje. Debéis establecer cuáles son aquellos requisitos imprescindibles e irrenunciables para cada uno, como por ejemplo limpieza, ubicación, precio, que incluya las comidas y demás.
Muchas parejas tienden a subestimar este punto pensando que no importa el sitio en el que se hospeden, ya que sólo es para pasar la noche, pero después pueden sobrevenir incomodidades si no se está a gusto con el lugar.
4. ¿Un itinerario o vacaciones relajadas?
Esto dependerá de lo que ambos deseéis y busquéis como objetivo en vuestras vacaciones. Es recomendable que decidáis con antelación las zonas turísticas de la ciudad que vais a visitar y determinéis las que os gustaría conocer en este viaje y cuáles dejaréis para una próxima oportunidad.
Si a ambos os gusta la idea de seguir itinerarios estrictos no habrá ningún problema pero, si no es el caso, es necesario que encontréis un punto medio, de tal forma que ambos podáis relajaros y disfrutar de las vacaciones.
5. No ceder completamente
Uno de los mayores secretos de las relaciones de pareja duraderas es el respeto mutuo. La idea es que ambos hagan y visiten los lugares que más les gusta y no que solamente se vaya a donde decida uno de los involucrados.
Se debe encontrar equilibrio y el tiempo necesario para visitar los lugares más importantes y que a ambos les apetezca. Por ejemplo, primero se puede ir el museo que ella siempre soñó conocer y después el estadio de fútbol local que él no puede dejar de visitar. Todo es cuestión de ceder, acompañar y disfrutar.
6. Divertirse en pareja
Un viaje es una de las mejores experiencias que todo ser humano puede tener, ya sea de forma individual, en pareja, con amigos o en familia.
“Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía.”
-David Hume-
La idea es que ambos disfruten todo el proceso, desde la planificación hasta el regreso y la única forma de lograrlo es siendo honestos e involucrándose en el transcurso del viaje.
Es muy importante recordar que no vas solo y ceder un poco en cosas que harías de otra manera si fueras por tu cuenta. La comunicación y el equilibrio son las claves para un viaje de ensueño y el mejor consejo que pueden tener aquellas parejas que viajan juntas por primera vez es divertirse un montón.