Visitamos el espectacular castillo de Gormaz

Fue uno de los castillos más inexpugnables de la península ibérica. De origen musulmán, pasó a manos del Cid y en la actualidad su visita es una auténtica maravilla. ¿Nos acompañas al castillo de Gormaz?
Visitamos el espectacular castillo de Gormaz
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 18 septiembre, 2019

El castillo de Gormaz es una fabulosa construcción de época musulmana que se encuentra en la población soriana de la que toma el nombre. Construido durante el Califato, fue uno de los castillos más temidos por las huestes cristianas que intentaban reconquistar la península ibérica.

Su importancia en la historia de España

El castillo de Gormaz es uno de los más importantes para la historia de España. Y ello se debe a que se convirtió en pieza clave para la defensa de Al-Ándalus en la batalla contra los reinos cristianos del norte, que avanzaban incombustibles en la reconquista de la península ibérica.

Muralla del castillo de Gormaz

Así, el castillo de Gormaz ayudó a mantener a las tropas cristianas lejos de la ciudad de Medinaceli, donde se situaba la frontera entre ambos reinos. Por ello, fue una de las plazas más codiciadas y más temidas del momento. Y tras breves periodos en los que estuvo en manos cristianas, para volver a las musulmanas, acabó definitivamente en 1060 a ser parte de los reinos cristianos.

A partir de 1081, el Cid Campeador, don Rodrigo Díaz de Vivar, será el señor de Gormaz. Un pueblo que le valdría su primer destierro con motivo de la venganza tras un duro ataque por parte de los musulmanes al pueblo de Gormaz.

Así, el Cid organizó una dura represalia contra los musulmanes. Y el rey Alfonso VI lo castigó, ya que tenían un pacto de no ataque con la Taifa de Toledo, a la que pertenecían las tierras atacadas por el Cid.

Poco a poco su importancia militar fue disminuyendo y pasó de fortaleza a cárcel y de cárcel a corral de ovejas, para más tarde ser abandonado definitivamente. Su suerte cambió y en 1931 el Estado lo declaró Monumento Nacional. Con ello se iniciaron progresivamente los trabajos de consolidación y restauración para su visita.

La construcción del castillo de Gormaz

Puerta califal

Su origen se remonta al siglo IX, momento de esplendor de Al-Ándalus. Conquistado por los cristianos en el año 912, volvió a manos musulmanas con Alhakén II. Y será este quien amplíe el castillo entre los años 955 y 966. Llegó a ser uno de los castillos más grandes de toda Europa.

Consta de dos recintos entre los que se halla un gran foso. Así, de una parte, podemos visitar la zona noble, en la que se alojaría el alcaide o mando de la fortaleza. Este consta del llamado alcázar, la torre de Almanzor del siglo X, la torre del homenaje de estilo mudéjar, los aposentos y un aljibe.

Mientras, del otro lado del foso encontramos la zona en la que se alojarían y entrenarían las tropas. En definitiva, una gran explanada y la zona reservada a los animales con un gran abrevadero. El acceso al mismo se realiza por la llamada puerta Califal.

Para alejar los malos espíritus se colocaron en el perímetro de la muralla varias estelas que aún se encuentran en su lugar y podemos contemplar en la visita. Cuenta con una impresionante muralla que tiene una longitud de unos 1200 metros de contorno y unas 28 torres. Desde él se controlaba todo el territorio circundante.

Durante la época cristiana sufrió alguna reforma, como la apertura de la llamada puerta Cristiana, que hoy se encuentra totalmente desmantelada al haberle sido robados los sillares que la componían.

La visita al castillo de Gormaz

Interior del castillo

En la actualidad, gran parte del castillo se encuentra en ruinas, pero ha sido restaurado para su visita. Muchas de sus torres y paños de muralla han desaparecido. Sin embargo, su visita promete unas vistas impresionantes del río Duero y pasear por uno de los castillos que más marcaron la historia de España. Además, su visita es libre y gratuita.

Para admirarlo hay que llegar a Gormaz, un pequeño pueblo de muy pocas casas, pero con mucho encanto. Desde allí hay que ascender camino al cerro en el que se sitúa el castillo. En cada uno de los elementos constructivos, puertas, torres, aljibes, etc. encontraremos un panel informativo con una explicación que nos ayudará a comprender la grandeza de esta fortaleza.

A sus pies se puede visitar la pequeña ermita de San Miguel, construida en el siglo XI. En ella se pueden contemplar varios frescos del siglo XII.