El monte de los Olivos, conoce su historia

Situado a las puertas de Jerusalén, el monte de los Olivos es un lugar especial para los cristianos. Aquí oraba Jesús y aquí fue apresado.
El monte de los Olivos, conoce su historia
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 29 marzo, 2019

El monte de los Olivos, ubicado en las inmediaciones de Jerusalén, es visita obligada durante un viaje a Tierra Santa. Al fin y al cabo, es en este lugar donde se supone que Jesucristo fue arrestado, para posteriormente ser juzgado y morir en la cruz. Es decir, que el carácter sagrado de este lugar es el gran motivo para su visita.

¿Por qué monte de los Olivos?

Vista de Jerusalén desde el monte de los Olivos
Vista de Jerusalén desde el monte de los Olivos

Si viajas a Jerusalén, seguro que visitas el monte de los Olivos. Y desde luego, al descubrir el sitio, inmediatamente se comprende la razón de su topónimo. Se contemplan numerosos olivos en sus laderas, una especie bastante habitual en el valle de Kidrón donde se ubica.

También hay olivos en otro de los parajes clave de los relatos del Evangelio. Hablamos del Jardín de Getsemaní, integrado en las faldas de esta colina. Esta última zona se encuentra delimitada por una valla.

Aquí se intenta guardar el aspecto que pudo tener la zona a comienzos de nuestra era, cuando acontecieron los episodios de los Evangelios. Por eso se encargan de su cuidado los padres franciscanos, una labor que llevan a cabo desde el siglo XVII.

¿Qué significa Getsemaní?

Monte de los Olivos
Monte de los Olivos

Este topónimo tiene origen en la lengua aramea. Ese origen es Gath-Smane, cuya traducción no es otra que prensa de aceite. Es decir, que además de olivos, aquí habría una almazara para poder moler sus frutos y extraer el aceite.

En tiempos de las Cruzadas, cuando caballeros europeos fueron a Tierra Santa a liberarla del dominio infiel, se hizo un descubrimiento interesante. En las proximidades del mítico huerto del monte de los Olivos se halló la gruta de Getsemaní.

Por entonces se usaba para orar y para enterrar a personas ricas. Esa misma cueva también sería entregada a los franciscanos. No obstante, en el pasado siglo XX se hicieron varias campañas arqueológicas. Gracias a ellas se han descubierto los restos de la prensa de aceite que da nombre a este lugar cargado de leyenda.

Cementerio judío del monte de los Olivos

Cementerio judío en el monte de los Olivos
Cementerio judío- jbdodane / Flcikr.com

También para los hebreos el monte de los Olivos es un espacio sacro, ya que según sus creencias ese será el lugar preciso en el que Dios comience a redimir a los muertos.

Por esa razón, muchos de ellos han querido ser enterrados en él, especialmente rabinos. Aquí hay miles de tumbas desde el siglo XV. Si bien, el camposanto ha sufrido numerosos daños en los sucesivos conflictos bélicos que ha habido en esta zona del planeta.

La basílica de las Naciones

Basílica de las Naciones en el monte de los Olivos
Basílica de las Naciones- Kyle Tyler / Flickr.com

Por estos parajes hay distintos templos. Entre ellos, hay uno situado en la base del monte de los Olivos. Es la basílica de las Naciones, otro espacio vinculado a uno de los personajes claves del cristianismo. La tradición cuenta que aquí fue enterrada la Virgen. Y también se cuenta que Jesús rezó en el lugar antes de ser arrestado.

Esta basílica también se conoce como santuario de Getsemaní. Se encuentra entre la carretera que lleva a la ciudad de Jericó y las míticas escaleras que ascienden hacia la parte alta del monte de los Olivos.

Más relatos bíblicos en el monte de los Olivos

Si eres creyente, la visita a esta zona de Jerusalén te va a encantar. No solo por las maravillosas vistas que ofrece sobre la Ciudad Vieja. También porque es un espacio en el que se evocan muchos acontecimientos de los últimos días de Jesús.

Aquí se “hospedó” tras su llegada a Jerusalén. Y conociendo el final que le esperaba, daría ánimos a los apóstoles para que cumplieran con sus designios tras su muerte. E igualmente, hay un episodio de lo más entrañable en los Evangelios, cuando se describe como Jesús lloró por la ciudad de Jerusalén.

En definitiva, que en el monte de los Olivos siempre se respira una atmósfera especial, cargada de sentimientos religiosos y sagrados. Incluso los viajeros no creyentes describen la visita de este modo.