La imborrable huella de César Manrique en Canarias

La imborrable huella de César Manrique en Canarias
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 15 septiembre, 2016

César Manrique (1919-1992) seguramente es el artista más internacional de las islas Canarias, o al menos el más reconocido del pasado siglo XX. Y si bien dejó muchas obras repartidas por los grandes museos del planeta, la verdad es que su principal legado se halla en su tierra natal: Canarias.

Las obras de César Manrique en Lanzarote

Lanzarote fue la isla donde nació Manrique, y también donde murió trágicamente en accidente de tráfico. Y es que, aunque este artista multidisciplinar se fue de las islas durante unos años para triunfar en el mundo, lo cierto es que nunca se olvidó de sus orígenes. Regresó en 1968 para establecerse en Lanzarote de forma definitiva y crear algunas de sus obras más insignes.

Jardín del Cactus, Lanzarote
Jardín del Cactus, Lanzarote – Mariusz Switulski

Un repertorio artístico que combina la arquitectura, la escultura y la pintura, pero que sobre todo integra el paisaje lanzaroteño, que en realidad es el gran motivo del arte de Manrique. Aprovechar la belleza de su tierra, de sus volcanes, de sus acantilados o del océano Atlántico, para ponerlos en valor con una serie de intervenciones artísticas que den a conocer esos parajes al mundo y todos los visitantes de su tierra.

La ruta Manrique en Lanzarote

Jameos del Agua, Lanzarote
Jameos del Agua, Lanzarote – In Green

De este modo, cualquier visitante que llegue a la isla canaria de Lanzarote encuentra una gran oferta de recorridos protagonizados por las obras de Manrique. Y de hecho se hace imprescindible seguir estos itinerarios para conocer de primera mano lugares mágicos como los Jameos del Agua, el Mirador del Río, el Jardín de Cactus, la casa de Omar Sharif o el carismático monumento al Campesinado en el centro de la isla.

Las obras de César Manrique en Tenerife

Pero el legado de Manrique en las islas Canarias no se reduce a sus creaciones en Lanzarote. Sus huellas también se pueden rastrear en otras islas, y sin duda en ese sentido una de las más afortunada en la isla de Tenerife. En sus dos principales ciudades, Santa Cruz y Puerto de la Cruz, hay obras del artista lanzaroteño.

Lago Martiánez, Tenerife
Lagos Martiánez, Tenerife – villorejo

En la capital isleña, Santa Cruz de Tenerife, se puede ver una gran obra. Grande por sus dimensiones y por su calidad, ya que estamos hablando del Paseo Marítimo César Manrique, que concibió el artista pero que se ejecutó de forma póstuma. Mientras, en el Puerto de la Cruz uno se puede dar un chapuzón en un diseño de este artista: los espectaculares Lagos Martiánez.

Las obras de César Manrique en El Hierro y en La Gomera

Mirador del Palmarejo en La Gomera
Mirador del Palmarejo, La Gomera – Axel Brocke / Flickr.com

En Lanzarote, una de las obras más impactantes del genio canario es el Mirador del Río, donde el visitante se siente integrado en el paisaje y la propia creación artística. Pues bien, ese mismo espíritu de resaltar el entorno, respetarlo, darlo a conocer y disfrutarlo inspiró dos obras suyas en las islas de El Hierro y La Gomera: en la primera con el Mirador de la Peña, y en la segunda con el del Palmarejo.

“Crear con absoluta libertad, sin miedos y sin recetas, conforta el alma y abre un camino a la alegría de vivir.”

– César Manrique –

La obra de César Manrique en Fuerteventura

Mirador del Morro en Fuerteventura
Mirador del Morro, Fuerteventura – K. Günter Sturm / Flickr.com

Vamos a acabar este recorrido por las creaciones canarias de Manrique yéndonos a la isla hermana de Lanzarote, la larga Fuerteventura. Allí concibió el espectacular Mirador de Morro Velosa. Hoy convertido en la mejor forma de visualizar el paisaje descarnado de la más oriental de las islas del archipiélago canario.

Es un lugar con unas vistas inesperadas y sorprendentes, mucho más agradables de ver mientras se toma algo en la cafetería. Imperdible para todo el que visite Fuerteventura.