Visita la casa de Jim Thompson en Bangkok

Arquitecto y espía que desapareció misteriosamente, Jim Thomson vivió en unas casas tradicionales tailandesas. Y en ellas reunió una interesante colección de arte asiático.
Visita la casa de Jim Thompson en Bangkok
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 29 marzo, 2019

La casa de Jim Thompson se ha convertido en una de las visitas más frecuentes que los turistas hacen Bangkok, la capital de Tailandia. Porque pese al nombre occidental de su propietario, este es el sitio donde mejor podemos conocer la arquitectura tradicional tailandesa. Además de muchas otras tradiciones artísticas, artesanales y culturales de este pueblo del Sudeste Asiático.

Cómo llegar a la casa de Jim Thompson

Casa de Jim Thompson
Casa de Jim Thompson – Julien / Flickr.com

Bangkok es una urbe gigantesca, por eso nuestro consejo es tener muy claro qué sitios queremos visitar para ir directos. Porque de lo contrario, la experiencia en ciertas zonas de la metrópoli puede ser caótica.

Así que para dirigirse a la casa de Jim Thompson lo mejor es tomar como referencia el National Stadium en Rama I Road, en el centro capitalino. Un sitio, por lo tanto, accesible en el rápido y vertiginoso Skytrain. Pero también es posible llegar en taxi, arriesgándose a sufrir algún atasco. O si lo prefieres, puedes optar por el popular tuk tuk.

¿Quién fue Jim Thompson?

Interior de la casa de Jim Thompson
Interior de la casa de Jim Thompson

Comencemos por rememorar al personaje que da nombre a la casa de Jim Thompson. Una figura de lo más peculiar. Fue un arquitecto estadounidense que se incorporó como voluntario a las tropas de su país en la Segunda Guerra Mundial. Y allí fue destinado al servicio de inteligencia, o sea, un espía.

De esta manera, durante años cumplió misiones en el norte de África y diversos lugares de Europa. Hasta que recayó en Asia. Y una vez allí se instaló en Tailandia.

En ese país siguió siendo parte de los Servicios de Información, pero además emprendió varios negocios. Entre ellos el de la seda. Dando fama mundial a este producto y ayudando con ello a la economía nacional.

Construcción de la casa de Jim Thompson

Casa de Jim Thompson
Casa de Jim Thompson – Twang_Dunga / Flcikr.com

Él también salió muy beneficiado por esos negocios con la seda. Así que decidió tener una residencia en Bangkok a la altura de su dinero. Mandó traer a la capital seis casas típicas. Unas casas originarias de otras zonas del país y que, gracias a los métodos tradicionales, pudieron ser desmontadas y reconstruidas allí en 1959.

De este modo se levantó este magnífico conjunto arquitectónico en el corazón de la moderna urbe. Unas construcciones que se estima que pueden tener hasta 200 años de antigüedad.

Una maravilla arquitectónica y también paisajística, ya que todo se integra en unos jardines tropicales. De manera que hasta la selva del país asiático está en el interior de la casa de Jim Thompson.

Y en esas casas también decidió acumular una gran colección de objetos asiáticos. Ese es otro de los motivos para una visita a la casa de Jim Thompson.

En la casa se puede descubrir una destacada muestra de la porcelana, pintura, escultura y artesanías de diversos lugares de Asia.

La marca Jim Thompson

Sedas de la marca Jim Thompson
Sedas de la marca Jim Thompson

La casa de Jim Thompson es un negocio en sí mismo, por los miles de turistas que recibe a lo largo del año. Unas visitas que se pueden hacer por libre a los jardines, pero que hay que practicar en grupo al interior de las construcciones.

Por cierto, en ese interior hay un restaurante y también una tienda donde se venden los prestigiosos tejidos de la marca Jim Thompson, la cual todavía a día de hoy está entre las más cotizadas del mercado.

Desaparición del personaje

Patio de la casa de Jim Thompson
Patio de la casa de Jim Thompson

Lo cierto es que la marca perdura y el nombre de la casa también, pero el propio Jim Thompson no vive. Desapareció en el año 1967. Ese año se fue de vacaciones con unos amigos a Malasia. Pero nunca regresó, ni tampoco se encontraron sus restos.

¿Se lo comieron las fieras de la selva? ¿Fue asesinado por cuestiones de negocios? ¿Sufrió un ajuste de cuentas entre espías? O quizás, ¿huyó y cambió radicalmente de vida con una nueva identidad? Sería una opción de lo más romántica.

Y habría que imaginárselo visitando de incógnito su casa en Bangkok, y descubriendo que se ha convertido en uno de los reclamos culturales más visitados de su querida Tailandia.