Jacques-Louis David, la esencia del neoclasicismo

Artista polémico y revolucionario en sus ideas, Jacques-Louis David encontró en la Antigüedad su fuente de inspiración.
Jacques-Louis David, la esencia del neoclasicismo

Escrito por Virginia

Última actualización: 28 marzo, 2019

Si hay un pintor que representa como ningún otro la esencia del neoclasicismo francés, ese es Jacques-Louis David. Su gran fuente de inspiración fue la Antigüedad greco-romana y dejó infinidad de obras sublimes. Vamos a conocer algo más de la vida y obra de este artista.

Quién fue Jacques-Louis David

Nació en París en el año 1748, en el seno de una familia acaudalada. Siendo niño quedó huérfano de padre y su madre lo dejaría al cargo de dos tíos, que eran arquitectos. Pero a pesar de ello, nunca quiso seguir sus pasos. No era buen estudiante y pronto demostró que tenía un don: la pintura.

"El rapto de las sabinas" de Jacques-Louis David
“El rapto de las sabinas”

Tras vencer las resistencias de su familia, ingresó en el taller de François Boucher, para más tarde asistir a la Real Academia de Pintura y Escultura. Pero su objetivo era conseguir una beca para la Academia Francesa en Roma, lo consiguió al quinto intento y después de protagonizar una huelga de hambre en protesta por los rechazos.

Fue en Italia donde se empaparía de las influencias que marcarían su estilo: las grandes obras maestras y las ruinas del antiguo Imperio romano. David quedaría prendado de la obra de Rafael y, muy especialmente, de la majestuosidad de la ciudad de Pompeya.

Años después, Jacques-Louis David regresó a Francia, donde no dejó de prosperar. El artista apoyaría las ideas revolucionarias y trabajaría en su propaganda. Tras aquella época fue encarcelado, pero resurgió con la llegada de Napoleón, que lo convirtió en pintor oficial. El regreso de los Borbones supuso su exilio en Bruselas, donde moriría en 1825.

Jacques-Louis David y sus obras más famosas

Son casi incontables las obras de este genio precoz que nadie pudo imitar, pues sus detalles y perfección eran inigualables. Algunas de ellas marcaron de manera prestigiosa su carrera. Vamos a destacar solo cuatro de los grandes trabajos de Jacques-Louis David.

El Juramento de los Horacios

"El juramento de los Horacios" de Jacques-Louis David

Esta fue una de las primeras obras que realizó, además de ser una de las que contribuyó a su despegue como artista. De hecho, lo llevó a convertirse en el pintor más importante del momento en el mundo.

El cuadro es una alegoría de la lealtad al Estado por encima de cualquier otra cuestión. Tres hermanos prestan juramento mientras varias mujeres que lloran alrededor muestran la desolación y tristeza ante la batalla y la muerte.

Muerte de Sócrates

"Muerte de Sócrates" de Jacques-Louis David

Este cuadro refleja la aceptación de la muerte por parte del filosofo. De hecho, mientras algunos de los personajes que lo rodean lloran o se cubren el rostro con tristeza, Sócrates parece casi indiferente. Hay que recordar que el filósofo fue condenado a morir bebiendo cicuta por, supuestamente, corromper a los jóvenes atenienses.

La excepcional colocación de las figuras que protagonizan el cuadro y los efectos de luz convierten la escena en algo totalmente realista.

“Si el trabajo es deficiente, el gusto del público pronto le hace justicia. Y el autor, cosechando gloria ni fortuna, va a aprender por dura experiencia cómo corregir sus errores.”

-Jacques-Louis David-

Napoleón cruzando los Alpes

"Napoleón cruzando los Alpes" de Jacques-Louis David

Como hemos señalado, Jacques-Louis David fue uno de los artistas de la corte de Napoleón. El genio pintó dos obras del emperador que se hicieron famosas: Napoleón cruzando los Alpes y La coronación de Napoleón.

En este cuadro se muestra el poder y valor de Napoléon subido a su caballo, siempre listo para librar las más duras batallas. En el suelo se percibe una inscripción que hace referencia a Carlo Magno y que da a entender que en ese momento Napoleón era el héroe de Francia.

La coronación de Napoleón

"La coronación de Napoleón" de Jacques-Louis David

En esta obra están retratados los personajes más ilustres de la época, como el papa o el obispo de París. Una obra que enseña un claro contraste entre las actitudes del público en general y la frialdad de los eclesiásticos. Se consideró la mejor obra de arte de fusión entre el barroco y el modernismo.

Como ves, Jacques-Louis David marcó precedente con sus obras y su forma de ver el arte. Sin duda es un personaje al que merece la pena seguir el rastro en algunos de nuestros viajes. ¿Te animas tú a hacerlo?