El Sahara: el desierto no polar más grande del mundo

El desierto del Sahara es un territorio inhóspito como pocos en la Tierra. Pero al mismo tiempo, tiene un carácter mítico que atrae irremediablemente.
El Sahara: el desierto no polar más grande del mundo
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 12 enero, 2020

El Sahara es la imagen que nos viene a todos a la cabeza cuando pensamos en un desierto. Y, sin duda, la idea de dunas de arena y aridez pocos lugares del mundo la pueden plasmar tan bien como las tierras saharianas. Pero vamos a aprovechar para contaros algunas cosas interesantes sobre esta enorme parte del continente africano.

El desierto de tierra y arena más extenso

Desde el título ya hemos especificado que el desierto del Sahara es el más grande del mundo si no contamos con los dos polos. Al fin y al cabo, aunque podamos visitar lugares como las Islas Georgias del Sur o Laponia al norte, tanto la superficie gélida de la Antártida como los hielos del Ártico ocupan una extensión mayor que el Sahara y, por supuesto, son territorios absolutamente desérticos.

Hecha esa distinción ya podemos seguir hablando del Sahara y desmontando alguno de sus mitos. Para empezar, porque no solo es una tierra de dunas de arena, aunque está claro que es lo más emblemático y algunas alcanzan una increíble altura cercana a los 200 metros.

Pero hay más. Hay zonas de tierra, otras de gravilla, también valles de roca, hasta salares. E incluso hay montañas disecadas. Por haber, hay hasta un volcán como el Emi Koussi, que, con más de 3000 metros de altura, es el punto más elevado del Sahara.

Sahara: un desierto rodeado de mares

Desierto del Sahara en Marruecos
Desierto del Sahara

Las dimensiones del Sahara son abrumadoras: más de nueve millones de km². Ningún otro desierto tiene tamaños comparables con él, ni el Gobi en Asia, ni ninguno de América.

Su superficie se extiende prácticamente desde el mar Rojo al este hasta el océano Atlántico al oeste. Mientras, al norte tiene el mar Mediterráneo. Tan solo tiene continuidad terrestre al sur. Y ahí precisamente se encuentra el Sahel, una zona de sabana árida tropical, tan inhóspita o más que el propio Sahara.

En definitiva, es una superficie inmensa y que se despliega por más o menos la tercera parte del continente africano, incluyendo en él numerosos países. Tienen territorio sahariano Marruecos, Mauritana, el Sáhara Occidental, Túnez, Argelia, Libia, Egipto, Mali, Chad, Níger o Sudán.

Un solo río estable

En todo ese territorio, cuando llega a llover, pueden fluir algunos ríos. Pero todos son efímeros, sus aguas llegan a evaporarse. Todos salvo uno. ¡Y qué río! Uno de los más largos y con más historia de todo el mundo: el Nilo.

Es la arteria que dio vida a una de las civilizaciones más esplendorosas de todos los tiempos, el Egipto de los faraones. Y parece un milagro que surgiera de un territorio tan duro como el desierto.

Otros pueblos del desierto

Nómadas tuareg
Nómadas tuareg

En realidad, ha habido más pueblos que han sabido extraerle todo su jugo al Sahara y de ese medio tan hostil han acabado por hacer su medio de vida. Un ejemplo puede ser el pueblo nubio, que desde aquel esplendor del Antiguo Egipto, todavía hoy vive al sur del país.

Otras etnias muy interesantes son los bereberes y los tuaregs. Eran gentes nómadas por definición, en continuo movimiento, formando caravanas que iban de un punto a otro para comerciar y que se conocían a la perfección el desierto, especialmente sus oasis, esos lugares donde milagrosamente surge el agua y la vegetación.

La flora y fauna del Sahara

Oasis de Fezzan en el Sahara
Oasis de Fezzan

Sí, porque pensamos que en el Sahara no hay vegetación. Pero sí la hay. Está claro que en su corazón más árido y central pocas especies sobreviven, pero hasta ahí se estima que hay unos 500 tipos de plantas. No obstante, donde más variedad hay es donde aflora el agua de los acuíferos en forma de oasis. Algunos tan famosos como el de Timimoun, el de Siwa o el de Bahariya.

Esos oasis son claves para la poca vida que hay en el desierto. Si bien, en el Sahara quizás haya más de la que esperamos. Basta ver los tipos de animales que aquí viven, que son muchos más que dromedarios o cabras. También hay zorros, tipos de antílopes y gacelas, hasta sobrevive en peligro de extinción el guepardo del Sahara. Por no hablar de su variedad de arácnidos, serpientes y escorpiones.

En definitiva, que el Sahara no solo es el desierto no polar más grande del mundo, además de inmenso es un territorio sorprendente.