Castillos del Rhin, un recorrido de cuento

Castillos del Rhin, un recorrido de cuento

Escrito por Sonsoles Jiménez

Última actualización: 06 noviembre, 2017

Entre Rudesheim y Coblenza, en Alemania, se esconde un rosario de auténticas joyas: los castillos del Rhin. Toda una sucesión de fortalezas que se asoman al río y que dan vida a una de las rutas más fantásticas que se pueda imaginar. ¿Nos acompañas? Queremos mostrarte algunos de los castillos más bonitos del recorrido.

1. Rheinstein

Castillos del Rhin, Rheinstein
Castillo Rheinstein – haveseen

Un castillo levantado en el siglo XIV, pero restaurado en el el XIX en pleno auge del Romanticismo. El resultado es fácil de imaginar: torres neogóticas, terrazas, vidrieras… y una fantástica vista del río desde lo alto de un espolón de piedra.

2. Reichenstein

Castillos del Rhin: Reichenstein
Castillo de Reichenstein – clearlens

Siguiendo el curso del río encontramos uno de los más espectaculares castillos del Rhin. El de Reichenstein se levantó en el siglo XI y también se reconstruyó en el siglo XIX con características neogóticas. En su interior, una enorme colección de muebles, porcelanas y armas.

3. Stahleck

Castillos del Rhin: Stahleck
Castillo de Stahleck – LouieLea

La encantadora localidad de Bacharach está coronada por un no menos idílico castillo del que ya hay menciones en escritos del siglo XI. Arrasado por las guerras, como tantos otros, el castillo de Stahleck se acabó de reconstruir hace una décdas y hoy es un albergue juvenil.

4. Pfalzgrafenstein

Castillos del Rhin, Pfalzgrafenstein
Castillo Pfalzgrafenstein – marcociannarel

“El barco de piedra eternamente anclado sobre la faz de la tierra”, así describió Victor Hugo este coqueto castillo situado en una isla en medio del curso del río. Perfectamente conservado, fue castillo aduanero, prisión, punto de vigilancia y hoy es un museo.

5. Schönburg

Castillos del Rhin, Schonburg
Castillo Schönburg – Ruth Peterkin

Si lo que quieres es vivir una experiencia única, este castillo es perfecto. ¿Por qué? Porque te permite hospedarte en una fortaleza construida en el siglo XI. Transformado en un idílico hotel, este es uno de los castillos del Rhin más románticos de todo el recorrido.

6. Katz

Castillos del Rhin: Katz
Castillo Katz – Bildagentur Zoonar GmbH

Si por algo destaca este castillo es por las fabulosas vistas del río que desde él se observan. Destruido y reconstruido en más de una ocasión, tiene su origen en el siglo XIV. El castillo “del gato”, en su traducción, tiene muy cerca un complemento perfecto, el castillo de Maus, es decir, el del “ratón”.

7. Rheinfels

Castillo Rhinfelds en el Rhin
Castillo Rheinfelds – Diadis

Construido en el siglo XIII, es el castillo más grande del tramo medio del Rhin. Curiosamente, no fue reconstruido como muchos otros castillos de este tramo del río. No importa, la visita a sus ruinas no deja de impresionar. Merece la pena la parada.

8. Marksburg: la joya de los castillos del Rhin

Castillo de Marksburg en el Rhin
Castillo de Marksburg – Harald Lueder

Tiene algo especial, y es que es el único castillo de esta parte del Rhin que ha permanecido intacto a lo largo de los siglos, que nunca fue destruido. Un precioso edificio medieval, levantado en el siglo XIV, que se alza en un promontorio rocoso y tiene varios anillos defensivos y edificios residenciales. La visita es imprescindible, un auténtico viaje en el tiempo.

9. Lahneck

Castillos del Rhin, Lahneck
Castillo de Lahneck – Olaf Holland

Construido en el siglo XIII, este castillo está rodeado de leyendas, como la que asegura que aquí se refugiaron los últimos templarios. Una construcción situada en un punto estratégico, en la desembocadura del río Lahn. Las vistas, por lo tanto, inmejorables.

10. Stolzenfels

Castillos del Rhin, Stonzenfelds
Castillo Stonzenfelds – haveseen

Si hoy podemos admirar este castillo es gracias al regalo que el pueblo de Coblenza hizo en 1823 al entonces príncipe heredero, Federico Guillermo de Prusia. Recibió un edificio en ruinas, pero encargó a dos reconocidos arquitectos su reconstrucción para convertirlo en residencia de verano. El resultado es el que hoy podemos admirar, uno de los castillos del Rhin más elegantes y románticos.