La cascada de fuego: un extraño fenómeno

Aire, agua, tierra y fuego marcan su presencia en un solo fenómeno tan extraño como bello. ¿Por qué se produce esta hermosa cascada de fuego?
La cascada de fuego: un extraño fenómeno
Samanta Ruiz

Escrito y verificado por la geógrafa Samanta Ruiz.

Última actualización: 09 marzo, 2021

La naturaleza siempre está dispuesta a sorprendernos con manifestaciones extrañas que provocan curiosidad y admiración. Tal es el caso de la «cascada de fuego», un fenómeno que se produce en el Parque Nacional Yosemite, en Estados Unidos.

El nombre de la caída de agua se llama Horsetail Fall (‘cascada cola de caballo’) y el efecto se denomina firefall y se produce hacia finales de febrero. ¡Conozcamos de qué se trata!

Cómo se origina la cascada de fuego

La cascada cola de caballo se encuentra en un sitio denominado Glacier Point, sobre la meseta El Capitán. Sobre la cara este de la formación rocosa que mira al poniente, el agua baja desde unos 480 metros por la pared hacia el fondo del valle.

Esta caída de agua fluye en invierno, pero podría pasar desapercibida si no fuera por lo impactante de su vista cuando se la ve en colores brillantes: el Firefall. Si bien se espera que se produzca cada año, la espectacularidad de este fenómeno solo se podrá ver si se cumplen las siguientes condiciones:

  • Cielo completamente despejado.
  • Visibilidad plena, sin nieblas ni neblinas.
  • Nieves abundantes durante febrero.
  • Temperatura moderada para que el agua no se congele.

Si todos los factores se presentan entre el 15 y el 26 de febrero, ¡tendrás la suerte de ver la cascada de fuego en Yosemite!

Por qué el agua se tiñe del color del fuego

Cascada de fuego en el Parque Nacional Yosemite.

La cascada impresiona por su color intenso, una mezcla de anaranjado y rojo que recuerda al tono de la lava incandescente. Detrás de este aspecto mágico existe un fenómeno físico que tiene que ver con la refracción de la luz.

La explicación es bastante simple: el sol emite una luz blanca, que contiene todos los colores —rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta—. Cuando la luz atraviesa la atmósfera, se descompone como en un prisma; en este proceso, el azul y el violeta son los que más se dispersan, y por esto vemos el cielo celeste.

Al atardecer, por el ángulo al que está el sol respecto a la Tierra, la luz tiene que atravesar más atmósfera y más partículas. A causa de esto, el azul se dispersa tanto que deja de ser visible y quedan los rojos, naranjas y amarillos. Es el color que percibimos en los amaneceres y al final del día, bajo condiciones meteorológicas de buen tiempo.

Cuando la luz rojiza del atardecer se proyecta sobre la caída de agua, el ambiente está despejado y la temperatura ayuda para que el agua no se congele, el espectáculo de la cascada de fuego hará el honor de aparecer en escena.

La cascada de fuego y el cambio climático

Además de estar condicionada por los factores ambientales, la aparición de esta maravilla natural está afectada por el fenómeno del cambio climático. Como consecuencia de esto, algunos años no se produce y se estima que probablemente se deba a las fuertes sequías que se vienen produciendo en los últimos tiempos en California.

Por otro lado, un alargamiento anormal de las temporadas frías con temperaturas más rigurosas no permitió, en ocasiones, la fusión de la nieve en las cantidades necesarias para un caudal de agua suficiente.

¿Desde cuándo se conoce este fenómeno?

Se cree que los antiguos pobladores de este territorio, los indios Awahneechee, conocían el fenómeno, aunque no existen pruebas de ello. En el siglo XIX, con la colonización, llegaron arrendatarios al valle y en el Glacier Point se construyó un hotel.

Se documenta que, cada noche desde 1872, los dueños del lugar hacían una firefall artificial, arrojando brasas incandescentes desde el borde de la meseta para simular una cascada de fuego. Esta práctica se extendió hasta el año 1968.

En todo ese tiempo, no hay documentos ni testimonios de la cascada de fuego natural; esto la hace aún más misteriosa y atractiva. El primer registro de una imagen de la firefall natural lo realizó el fotógrafo naturalista Galen Rowell, y es del año 1973. Su fama se incrementó a partir de la expansión de los medios digitales y de las redes sociales.

«¡Hola, Glacier Point!
¡Hola, Camp Curry!
¿Está listo el fuego?
¡El fuego está listo!
¡Que caiga el fuego!
¡El fuego cae!»
—Ritual de las 9 P. M.  cada noche al encender las hogueras en Glacier Point—.
Fuente: Yosemitefirefall.com

Debido al reflejo de la luz solar, el agua de esta cascada adquiere el color del fuego.

Cómo llegar hasta la cascada de fuego

El acceso para ver este prodigio natural se encuentra restringido y controlado por las autoridades del Parque Nacional Yosemite. Esto se debe a que la popularidad del sitio creció tanto que el exceso de visitantes produjo un impacto negativo en el lugar.

Para ingresar a la zona de avistamiento, se requiere de un permiso especial. Las tarjetas de acceso tienen un número limitado y pueden tramitarse en línea.

Tienes que tener en cuenta que solo llegarás con tu automóvil hasta el estacionamiento Yosemite Falls, y debes caminar 1,5 millas hasta el área de picnic El Capitán para la observación. Solo los vehículos identificados con tarjetas de discapacidad podrán llegar hasta aquí sin restricciones.

Fascinación por la naturaleza: 10 minutos de éxtasis

El sitio oficial del Yosemite Firefall dice que «Si todo sale bien y las condiciones son las adecuadas, el Yosemite Firefall se encenderá durante unos 10 minutos».

Son solamente 10 minutos, 10 días al año, en los cuales el fenómeno hipnotiza a quienes se entregan a sus encantos. La cascada de fuego es un acontecimiento efímero, aleatorio y con posibilidades de desaparecer. ¡Estas condiciones producen mucha curiosidad y ganas de conocerlo!

Si eres un viajero de los que se conmueve con la generosidad de la naturaleza, te recomendamos que visites la cascada de fuego. Se trata de un sitio mágico que nunca vas a olvidar.