Paseamos por el Callejón del Oro de Praga

El inquilino más famoso del Callejón del Oro de Praga fue el escritor Franz Kafka, pero allí hay muchas otras historias por descubrir.
Paseamos por el Callejón del Oro de Praga
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 04 julio, 2023

El Callejón del Oro, ubicado en el castillo de Praga, se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la capital de la República Checa. ¿Por qué? Por su estética que recuerda un lugar de cuento, por la excelente recuperación del lugar que se ha hecho en los últimos tiempos y porque es un lugar cargado de historia y de historias interesantes. Apúntalo para tu próximo viaje a Praga.


Dentro del castillo de Praga

Lo primero que hemos decir es que, pese a llamarse ‘callejón’ y ciertamente ser un pequeña vía urbana, el Callejón del Oro no es un lugar al que se acceda gratis. Es una atracción más de las que hay en el interior del peculiar castillo de Praga, que en realidad es una amplia zona elevada de la capital. Y en un sitio tan turístico de la capital checa, por supuesto, es un lugar de pago.

El origen del Callejón del Oro

Casa en el callejón del Oro

El Callejón del Oro está, precisamente, junto a las antiguas murallas del castillo. Su origen se remonta a finales del siglo XVI, cuando este espacio se decidió aprovecharlo para construir el lugar donde debían vivir los guardianes de la fortaleza. De ahí que sean espacios angostos, originalmente pequeñas viviendas, en una calleja diminuta.

También se supone que en alguna de esas estancias daba cobijo secreto el rey a sus alquimistas. Eran personajes mitad magos mitad químicos de los que se creía que eran capaces de convertir el hierro en oro, de ahí la denominación de Callejón del Oro. No obstante, no hay constancia ni de la presencia de estos alquimistas ni de que supieran fabricar el valioso metal.

Prosigue la historia del Callejón del Oro

Callejón dorado

El caso es que el Callejón del Oro, en un momento ya del siglo XVII, fue ocupado por los orfebres de Praga. Ellos sí trabajan con piedras y metales preciosos. Y ellos habilitaron las viejas viviendas de los guardianes para ese nuevo uso. De hecho, en él vivieron las familias de orfebres durante mucho tiempo, prácticamente dos siglos.

Sin embargo, paulatinamente esos artesanos las fueron abandonando, de manera que a lo largo del siglo XIX esas casas se convirtieron en la vivienda de indigentes y delincuentes de la ciudad. Una situación que duró hasta bien entrada la pasada centuria, cuando fueron desalojados.

Un último momento clave en la historia del Callejón del Oro llegó en 2010, cuando se remodeló el lugar, dejando casas para la venta de souvenirs y también para hacer espacios expositivos con recreaciones históricas.

En la actualidad, el Callejón del Oro en Praga luce esplendoroso. Por fuera es un bello conjunto de pequeñas casas, cada una pintada de un color. Mientras, si vamos visitando esas antiguas viviendas, podremos comprar los típicos souvenirs de Chequia, con sus famosas marionetas a la cabeza. Aunque también hay objetos de estética caballeresca para quien desee decorar su casa al estilo medieval.

Las recreaciones temáticas

Interior de una de las casas

En total, son 16 las casas que se reparten en el corto Callejón del Oro. Siete de ellas son tiendas de recuerdos, pero el resto se han recuperado con una idea más expositiva y se pueden ir visitando tras pagar la entrada. En ellas se evoca cómo era antaño una cantina, pero también un taller de artesanos, una farmacia o la casa de un militar.

Son sitios de lo más encantadores, que además nos pueden permitir asomarnos a algún mirador con vistas increíbles de la ciudad, viendo a nuestros pies lugares como el barrio de Mala Strana o el puente Carlos.

De este modo, se puede alternar la contemplación de esas panorámicas con otras recreaciones como la mazmorra, una armería o un espacio dedicado a instrumentos de tortura, uno de los lugares más buscados por los turistas morbosos.

Kafka, praguense ilustre

No obstante, otra casa de visita obligada en el Callejón del Oro es el la vivienda que ocupó entre 1916 y 1917, Franz Kafka, uno de los escritores más destacados del siglo XX y autor de la célebre novela corta La metamorfosis. No es el único escritor que vivió aquí, hubo otros, pero ninguno con su renombre ni prestigio, un autor que es casi de lectura obligada antes de hacer un viaje a Chequia.

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