El Monte Athos en Grecia, un lugar místico e inaccesible

El Monte Athos en Grecia, un lugar místico e inaccesible

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 25 enero, 2017

El Monte Athos o montaña Sagrada es un área montañosa de exuberante belleza y mucha historia. Ubicado a orillas del mar Egeo, en este monte se asientan 20 monasterios ortodoxos. ¿Te gustaría conocer un poco más sobre este extraordinario lugar? Entonces acompáñanos en esta maravillosa aventura.

El Monte Athos, un lugar con sus propias reglas

El Monte Athos es un área montañosa situada en la península más oriental del norte de Grecia. Se trata de un lugar de una belleza sin igual y cuya historia se remonta al siglo X. Fue entonces cuando se fundó aquí la primera comunidad monástica. Luego llegaron muchas otras, hasta alcanzar la veintena de monasterios que hay ahora. Monasterios rumanos, griegos o de la Iglesia Ortodoxa Rusa, entre otros.

Monasterio Panteleimonos en Monte Athos
Monasterio Panteleimonos – Nick Pavlakis

Precisamente, en esta montaña sagrada se encuentran algunos de los monasterios más antiguos de la humanidad. Y por su alto valor histórico y cultural, la Unesco lo declaró como Patrimonio de la Humanidad en el año 1988.

Pese a que el monte Athos se encuentra bajo la soberanía griega es un territorio autónomo. De hecho, tienen sus propias reglas, las cuales deben ser cumplidas estrictamente. Este aspecto también les permite estar exentos de algunas leyes de la Unión Europea, por ejemplo, no están obligados a cumplir el Acuerdo de Schengen.

El problemático acceso al Monte Athos

Uno de los aspectos más curiosos del Monte Athos es el hecho de que en pleno siglo XXI las mujeres tengan prohibido acercarse a esta área. Es más, toda mujer debe mantenerse al menos a 500 metros de la Montaña Sagrada. Una de las principales razones es el no tentar a los más de 1.400 monjes que viven en este lugar.

Monasterio Griego en el Monte Athos
Monasterio Griego – aaltair

Pero el acceso a la montaña no resulta nada sencillo, ni siquiera para los hombres. El primer paso es tramitar un permiso ante las autoridades griegas. Después hay que tener en cuenta que tan solo se permite la visita diaria de 100 ortodoxos y 10 no ortodoxos.

Así que si no eres ortodoxo puede que se demore un poco la visita a este recinto sagrado. Por otra parte, si eres mujer, como te comentamos, no podrás ni tan siquiera acercarte a este lugar. La regla que establece que las hembras no pueden acceder a este lugar se extiende a cualquier otra especie animal.

El doctor Graham Speake, autor de uno de los libros más conocidos sobre el Monte Athos, reveló que en un reglamento que se remonta al siglo X, se afirma que todos los animales hembras tienen prohibido el acceso al monte. Claro está que este apartado especial resulta mucho más difícil de hacer cumplir.

Pero también los niños tienen prohibido el acceso al monte, aunque es cierto que esta norma se ha relajado algo en los últimos años.

La historia del Monte Athos

Esta impresionante comunidad de monasterios tiene su origen en el año 963, cuando por la ayuda del emperador Basilio II se fundó el primer monasterio. Dicho monasterio fue fundado por San Atanasio de Athos y el nombre del mismo es la Gran Laura.

Monasterio Karakallou en el Monte Athos
Monasterio Karakallou – vlas2000

Toda el área de la montaña contó con la protección del Imperio bizantino durante los siglos siguientes. Posteriormente, con la llegada de los católicos, los monjes se vieron forzados a pedirle protección al papa Inocencio III. Después, con la restauración del Imperio bizantino la situación volvió a normalizarse.

Sin embargo, con la llegada del Imperio otomano, cuya fe es islámica, se les comenzó a interponer numerosos obstáculos que mermaron la población, la cual comenzó a recuperarse a duras penas en el siglo XIX.

“Viajar es descubrir que todo el mundo esta equivocado a cerca de otros países.”

– Aldous Huxley –

El Monte Athos es uno de los lugares sagrados más impresionantes del mundo. Su rica y antigua historia le dan un carácter sumamente especial. Un rincón de Grecia de una belleza espectacular, aunque también inaccesible.